¡Amaneció!
Por el solo hecho de abrir los ojos
y contemplar la vida, ya es un
motivo para agradecer a Dios
por el privilegio de un día más de
vida. Buenos Días!
Levanta tu mirada al cielo,
llena tu ser de fe, de
esperanza y da lo mejor
de ti pues aquello que
parece una gran prueba
pronto se convertirá en
tu más grande BENDICIÓN
Comentarios
Publicar un comentario