Buenas tardes

Sabes por qué soy feliz?
Porque yo no apago la luz
de nadie para encender la
mía, simplemente oro a Dios
día a día para que
mis sueños de cumplan
sin tener que lastimar
a alguien. Buenas tardes

En 1950, una periodista criticó a Marilyn Monroe diciendo que solo se veía hermosa gracias a sus vestidos súper costosos. En respuesta, Marilyn hizo una sesión de fotografías usando un costal de papas.

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Esto demuestra que si te tiran ladrillos, con ellos construye castillos, y si es estiércol, conviértelo en abono para las plantas de tu entrada.

La gente podrá decir lo que se le antoje de ti, pero si te amas lo suficiente, no permites que te afecten esos rumores, simplemente sigues con la cara en alto, al final, no tienes qué demostrar lo contrario. Solo a la que ves en el espejo día a día y a esa persona es la que debes hacer sentir orgullosa de todo lo que has hecho en tu vida, con errores incluidos, porque de ellos aprendes a ser menos tonta cada día.

Crédito al autor

Soy de otro cuento!!!
no conozco el país de las maravillas, ni tengo la belleza de Blancanieves,
tampoco el pelo largo de Rapunzel …¡no canto como la sirenita!.

Yo vengo de otro lugar,
¡soy de otro cuento!…
Uno ¡llamado realidad!,
donde las princesas se rescatan solas y besan sapos que nunca se volverán príncipes.
¡No buscamos un príncipe!…queremos un hombre de verdad,
un ogro como Shrek,
¡que se juega la vida por su Fiona!…un loco…¡un Quijote de la Mancha!, que pelea a muerte por su amada Dulcinea.
¡No queremos siete enanos!, tampoco palacios y castillos, ¡nos basta un ser como la bestia!…que nos ame como él ama a la bella.

¡Soy de otro cuento!,
uno mucho más bello, donde no hay dragones, ni hadas madrinas, tampoco pócimas de amor, ni hechizos que te solucionen la vida.
Mi cuento no siempre termina en…¡Fueron felices para siempre!, aquí se llora, y muchas veces se sufre, pero se aprende. Lo que sí hay en mi cuento…¡Es magia!.
Puedo romperme, quedar hecha pedazos, ¡pero reconstruirme!.
Como ves, mi cuento es diferente, porque lo escribo yo, lo único que no cambia, es que en él también hay una princesa… ¡Y en este la princesa soy yo!.

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