El Viernes Santo es una de las más
representativas y profundas
conmemoraciones del cristianismo.
Es el quinto día de la Semana
Santa y en él se recuerda la
crucifixión y muerte de Jesús
de Nazaret.
El Jueves Santo
tiene tres momentos
clave que los creyentes
rememoran año a año:
la Última Cena, el
lavatorio de los pies
y la oración en el
huerto de Getsemaní.